Hola gingger,
estoy de acuerdo contigo en que no hay que tener "miedo". Muchos tenemos presente que quienes viven en la cañada real son personas, ante todo; personas sin recursos o personas con recursos de sobra que han cometido un acto ilegal (apropiación de un bien de dominio público), pero ante todo personas. En cualquier caso, se comprende que haya vecinos que tengan miedo a lo desconocido, es una reacción natural, pero desde luego que sus comentarios te produzcan risa no va a tranquilizarles en absoluto, cuanto menos, les va a cabrear (contigo). De todos modos, yo no hablo en mi comentario de ciudadanos de primera o de segunda, hablo de que hay un espacio público con alto valor ambiental (al menos, anteriormente a su ocupación, no olvidemos que el parque regional del sureste es una reserva entomológica referencia a nivel mundial por las especies de flora y fauna que habitan en estos terrenos yesíferos tan particulares), el cual la Comunidad de Madrid quiere vender, contraviniendo el derecho autonómico y estatal. A esto se puede objetar que actualmente este valor ecológico ha desaparecido, pero el hecho de que haya caminos tradicionales como las cañadas reales es un patrimonio a proteger por la importante función que cumplen como corredor ecológico (evita la fragmentación del hábitat) para favorecer la movilidad de las distintas especies. Además, ya egoístamente, devolverlo a su naturaleza original de vía verde es algo que podemos disfrutar todos, no sólo aquellos que se lo han apropiado de manera ilegal. A todos nos gustaría plantarnos un chalet en el campo...pero por suerte, hay leyes que protegen el medio natural.Por supuesto, en mis comentarios, sigo separando a la gente que tiene recursos y opciones, de los que carecen de ellos. Supongo que hay gente en la cañada real a la que le gustaría disfrutar de medios de transporte adecuados, centros de salud y colegios para sus niños. Espero que su problema social se trate adecuadamente. Los de los chaletazos...pues habrá que ver cómo reparan el daño causado.