Valoro el comentario de Neurodivergente. En tu mano está solverntar esta situación. Yo intentaría acercarme a ellos de la manera más amigable posible e intentar explicarles de dónde proviene cada ruido, interesándose por la forma de evitar hacerlos sin que elllo afecte a tu vida cotidiana, ya sea evitando dejar de hacer ejercicio, o que tu casa se llene de polvo. Recuerdales que son horas laborables, que son malas fechas, y que como dice divegente, podría ser mucho peor. Intenta que haya un 3er vecino presente en esos acercamientos. El que va de cara y con la verdad por delante no tiene nada que esconder, y si llegado el día hay que resolverlo en los tribunales, no podrá decir ninguna de las partes aquello de: “yo intenté solucionarlo, pero ellos no estaban por la labor”. Cuando suele ser al revés. No te imaginas lo que se puede arreglar con un simple vizcocho recién salido del horno.
Yo tengo arriba a uno, que por ejemplo, sin ir más lejos, mientras escribo estas lineas, se pone a arrastrar muebles y estellar objetos contra el suelo como represalia, mientras de forma reitrerada y compulsiva murmura cosas como: “qué asco de tío, pero si no hace nada.
En resumen, intenta al menos que no vaya a más.
Un saludo y suerte.