Para saber si la comunidad le va a dar guerra con lo de comprarle la parte de la terraza a su vecino, la clave está en qué pone en los documentos. No hay más. Es como ir al médico, que si no le ve la radiografía, no sabe lo que hay dentro.
Lo primero, pida usted una nota simple del Registro de la Propiedad de su piso y del de su vecino. Que ahí es donde se ve el DNI de la propiedad y si esa terraza ya tiene nombre y apellido asociados a sus pisos.
Luego, échele un ojo a la Escritura de División Horizontal y a los Estatutos de la Comunidad. ¡Estos son la Biblia, eh! Ahí se dice cómo va el reparto del edificio y si esa terraza ya estaba apalabrada para ustedes, los del quinto.
¿Pide usted permiso o no? ¡Esa es la cuestión!
Esto es como cuando uno va a cazar: hay que saber dónde pisa.
Si en esos papeles ya está negro sobre blanco que ustedes dos tienen ese derecho de uso exclusivo, que es algo que viene de serie con sus pisos, ¡entonces no hay por qué pedir permiso a la comunidad! Usted lo que hace es comprarle la parte a su vecino de algo que ya es de ustedes. Es cambiar de mano una cosa que ya estaba ahí, sin molestar a nadie.
Ahora, si en esos papeles no pone ni mu, y lo de la terraza es más bien "de boquilla" o "porque siempre se hizo así", ¡entonces sí que le toca ir a la comunidad a pedir la unanimidad! Si no está escrito, esa terraza es de todos los vecinos, y para que sea suya, todos tienen que decir que sí, ¡y eso es más difícil que meter un gol de rabona!