En su situación lo que conviene es ser pragmática y estratégica a la vez.
Acepta las catas, pero no como una concesión sino como una herramienta. Porque si usted se niega rotundamente y luego aparecen problemas adicionales, le van a echar la culpa de haber impedido el diagnóstico. Eso no le conviene nada.
Pero las acepta con condiciones que no son negociables. Primero, que le den esas mediciones que llevan negándole. Es una estupidez por su parte no dárselas, porque cualquier técnico serio las haría antes de empezar a picar. Segundo, que le pongan por escrito el protocolo de protección durante los trabajos y el calendario de reparación del tejado. Si se niegan a esto, ya tiene usted un argumento de peso: no están actuando con transparencia ni profesionalidad.
El matiz importante aquí es que usted no está obligada a facilitar las cosas si ellos no cumplen sus obligaciones básicas. El artículo 9.1 de la Ley de Propiedad Horizontal les obliga a conservar el edificio en buen estado, y eso incluye no dejar tejados a medio arreglar durante meses. Mientras no cumplan eso, cualquier daño que se produzca es responsabilidad suya, independientemente de lo que encuentren en las catas.
Hay una zona que le puede beneficiar: si durante las catas aparecen problemas de capilaridad o condensación anteriores al tema del tejado, eso no exonera a la comunidad de los daños causados por las filtraciones actuales. Son responsabilidades que se superponen, no que se anulan.
Lo que debe hacer ya mismo es enviar un burofax exigiendo la reparación inmediata del tejado y diciendo que acepta las catas bajo las condiciones que he mencionado.