Dos euros y medio por cabeza. Susana se encarga de recoger el dinero y comprar la comida. Algo de embutido, pan... "¡y chuches!", le recuerda Noemí. Es mediodía de sábado y, como el fin de semana pasado, algunos propietarios de las promociones Zarzalejo I, II y III, en Arroyomolinos (11.800 habitantes), se disponen a comer enfrente de sus casas. A la intemperie, porque no pueden entrar en ellas todavía, aunque están acabadas.