Cuando nuestro administrador nos presenta anualmente el estado de cuentas de la comunidad de propietarios y nos explica cuánto dinero nos hemos gastado y en que nos lo hemos gastado, ninguno (o al menos, casi ninguno), nos presenta un resumen de la gestión realizada en cada una de los gastos "extraordinarios", "no presupuestados", "no previstos", o como cada uno de nosotros les queramos llamar. Nos explica por ejemplo que hemos tenido que sustituir la bomba del grupo de presión y que nos ha costado más de 1.000,00 €, pero no nos explica que llevaba 6 meses dando problemas y que quizá tras la segunda avería detectada, se hubiera podido cambiar los rodamientos y eso solo nos hubiera costado unos 200,00 €.
Situaciones como ésta, os aseguramos que es más habitual de lo que os podéis pensar, y la única manera de evitarlas es realizar una gestión de las instalaciones de vuestras fincas.
Y es que nuestro administrador, además de llevar la gestión económica y gestionar las incidencias que se van generando a lo largo del año, hay otros tipos de gestiones que la inmensa mayoría de ellos se olvidan e incluso son desconocedores de su existencia. Nos referimos a la gestión de las instalaciones, la gestión de las zonas comunes (piscinas, pistas de pádel, salas sociales, etc.), la gestión energética, y la gestión de proyectos o de obras.
Hoy os explicaremos brevemente en que consiste la gestión de las instalaciones de una finca y cómo ponerlo en práctica por parte del administrador.